miércoles, 6 de junio de 2012

WETXIPANTU


El Wetxipantu: Año nuevo mapuche.
Para todas las culturas antiguas, entiéndase por antiguas aquellas que llevan varios milenios en formación (La cultura Cristiano-Occidental lleva apenas unos dos mil años en desarrollo),  existía una plena claridad en cuanto a el sol era el responsable de la vida en la tierra.

Desde hace mas de 10.000 años A.C. se han encontrado manifestaciones de adoración al sol. El hombre primitivo sabía que cada mañana el sol salía por el este llevándose consigo las tinieblas, el frio, los depredadores de la noche.

Conforme fueron avanzando las sociedades, no solo fueron conocedores de los cambios en el cielo, sino que además llevaban un cómputo para anticiparse a ellos.

Este conocimiento tan acabado del cosmos permitió anticipar fenómenos aun mayores como eclipses, lunas llenas y otros tan simples, pero de los cuales dependía su subsistencia, como por ejemplo saber  las épocas de lluvias y de la cosecha.

Como se puede observar, el sol era el centro de todo, contrario a la cultura Cristiano-Occidental que situaba a la tierra como el centro de nuestro sistema y que solo después de las irrefutables observaciones de Galileo Galilei (1564-1642) llegó al convencimiento de una realidad que ya había sido puesta en evidencia miles de años antes por los primeros pueblos.

Según datos arqueológicos, se han encontrado restos humanos en territorio mapuche que datan de más de 12.000 años, por tanto la cultura mapuche tiene varios miles de años en formación
                             
El pueblo mapuche, al igual que la mayoría de las culturas antiguas era consciente de los fenómenos producidos en la esfera celeste.

El kultxung, instrumento sagrado del pueblo mapuche, es una de las manifestaciones más grandes de dicho conocimiento. En él se contiene un una representación de los acontecimientos más importantes del año solar, tales como las estaciones, los solsticios y los equinoccios.

Los mapuche sabían que la Tierra (Mapu) demora 365 días y fracción dar una vuelta completa alrededor del sol (Antú), lo cual constituye kiñe txipantu (Un Año). Los días son nombrados al igual que el sol: Antü.

El año estaba dividido en 13 meses lunares (küyen) de 28 días aproximadamente, en total 364 días, más el último que no se contaba y que correspondía a solsticio de invierno.

Igualmente eran conocedores de los ciclos de la luna, y que esta tarda aproximadamente 28 días en dar la vuelta alrededor de la tierra, lo cual consistía en kiñe küyen (Un mes).

Las fases lunares eras también eran diferenciadas ya que poseían un atributo o utilidad propia:
Weküyen: Luna Nueva.
Pürapanküyen: Luna Creciente.
Aponküyen: Luna Llena.
Nag Küyen: Luna Menguante.

Ademas cada una de las trece küyen del txipantu tiene un nombre propio, por ejemplo, la que da inicio al wetxipantu se llama Txufkenküyen: Luna gris.

Por último, la unidad básica es el Antü (Día o sol) que igualmente se clasifica:
Epewun: Madrugada.
Wun: Amanecer.
Txipanantü: Salida del sol.
Liwen: Mañana
Püramantu: Avance de la mañana.
Rangiantü: Mediodía.
Amunantü: Pasado el mediodía.
Nagantü: Atardecer.
Konantü: Puesta del Sol.
Txafia: Anochecer.
Pun: Noche.
Rangipun: Medianoche.

También se sabía que cada estación del año dura aproximadamente tres meses, y son:
Pukem: invierno.
Pewü: primavera.
Walüng: verano.
Rümü: otoño.

Los Solsticios y equinoccios.
Uno de los fenómenos más importantes observados por los antiguos pueblos, y de los cuales los mapuche eran también conocedores es el de los solsticios y equinoccios.

¿En qué consisten dichos fenómenos?
Los equinoccios (Del Latín, Aequi: Igual. Noctium: Noche) Es un fenómeno que se produce dos veces al año, en otoño y primavera y consiste en que tanto el día como la noche tienen igual duración.
Los solsticios ocurren en invierno y verano, y son momentos en los que el sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo y donde la duración del día o la noche tienen una duración máxima o mínima respectivamente.
En otras palabras, en el solsticio de verano el sol alcanza su altura máxima aparente en el cielo, y la duración del día es la mayor del año, por consiguiente la noche es la más corta.
En el solsticio de invierno, en cambio, el sol alcanza su menor altura aparente en el cielo, la duración del día es la menor del año y la noche alcanza su máxima duración.
 Las fechas de los solsticios de verano e invierno son opuestas en cada hemisferio terrestre, por ejemplo, mientas en el hemisferio norte el solsticio de invierno ocurre entre los días 21 o 22 de diciembre, en el hemisferio sur ocurre entre los días 21 o 22 de junio.

¿Porque la importancias de dichos acontecimientos?
La llegada del solsticio de invierno coincide con la llegada del invierno, por lo tanto comienza el periodo de lluvias y con él se inicia la vida en la tierra. Es aquí cuando todo lo que el verano anterior secó vuelve a reverdecer, aparecen los broten, los animales se reproducen, se realizan las siembras anuales.

Desde el solsticio del verano anterior hasta la llegada del solsticio de invierno los días se han ido acortando cada vez más y la noche haciéndose cada vez más largas, hasta llegar a su punto máximo el día del solsticio de invierno. Los pueblos antiguos creían que en ese periodo las energías negativas habían ido ganando terreno, todo iba muriendo poco a poco, pero con la llegada del solsticio de invierno los días comenzarías a alargarse nuevamente, trayendo consigo el triunfo del bien sobre el mal.

En el hemisferio norte, el solsticio de invierno ocurre en diciembre, fecha en que se celebra la navidad y que los pueblos Pre-cristianos celebraban el retorno del sol. Sin embargo posteriormente la Iglesia Católica decidió situar en esta fecha el nacimiento de Jesucristo con la finalidad de eliminar dicha fiesta Pagana.
Lo mismo ocurrió con el solsticio de verano al cual transformaron en la fiesta de San Juan.

Algunos pueblos antiguos como los judíos también celebraban este acontecimiento, pero lo hacían más tarde, en el equinoccio de primavera, fecha en la cual el bien oficialmente derrotaba al mal. Consiente de aquello la Iglesia Católica situó en esa fecha la muerte de Jesucristo

En el hemisferio sur, el solsticio de invierno ocurre junio, fecha en que el hemisferio norte celebra el solsticio de verano (San Juan). En Sudamérica los pueblos originarios celebraban estos acontecimientos, por ejemplo los pueblos andinos festejaban el Inti Raymi y los mapuche el Wetxipantu.
                                                                                           
Para los mapuche cada solsticio de invierno significaba no solo la llegada de un nuevo año, sino que la llegada de un nuevo sol, un nuevo txipanantü. El txipanantü es la salida del sol, es lo que ocurre cada mañana. Sin embargo en wetxipanantü es la salida del sol del nuevo año (We: Nuevo), es esto lo que se produce cada solsticio de invierno.

Con él, se iniciaba un nuevo ciclo, la renovación de todo lo existente, es un día lleno de misterios, por ejemplo, es el único día del año en que las aguas de ríos, vertientes, lagunas o esteros cambian de temperatura, haciendo posible bañarse el ellos por la madrugada.

También pudieron apreciar que desde ese momento los días comenzaban a alagarse lentamente y la noche se iba haciendo cada vez más corta y lo expresaban en la siguiente fórmula: “Kiñe txekan alka amuy antü ka kiñe txekan alka wiñotui pun” o “El dia avanza un paso de gallo, mientras que la noche retrocede un paso de gallo”

Con la llegada del wetxipantu pareciera que el sol regresara, es decir, después de haber llegado a su punto máximo de alejamiento, ahora se acerca cada dia un poco más, como
“A pasos de gallo”, es por esto que también se le llama wiñol tripantu.

Las familias mapuche esperan con ansias la llegada del wetxipantu, proceso que termina con la salida del “nuevo sol”.

 Aunque la celebración es distinta en cada lof, (A veces solo una fiesta familiar y otras veces en comunidad) básicamente las actividades que se realizan son estas:
Se espera velando toda la noche, entre comidas (Kankan ilo, Mültxun, kako, Cofke, etc.), bebidas (Muzai, mate, etc.), juegos (Awarkuzen), cantos (Ülkatun, ayekan), historias (Epeu). Llegando la madrugada y antes que salga el sol se realiza un baño que tiene por objeto la purificación del cuerpo (Kalül) y el espíritu (Pülli), con la finalidad de recibir el nuevo sol.
                 
Para el mapuche existe un orden en el Az Mapu, nada es casualidad, todo es producto de un eterno ciclo,  del cual nosotros en cierto modo, también somos responsables de mantener.

De ahí la base de la espiritualidad mapuche, todo está perfectamente interrelacionado, hay una conexión entre los fenómenos naturales y lo espiritual, entre lo físico y lo metafísico.

Es por esto la importancia de transmitir estos conocimientos ancestrales a nuestras futuras generaciones. De nosotros depende que nuestros hijos no lo olviden.

Según algunos investigadores, de acuerdo a las pruebas de carbono-14, el año 2008 correspondía al 12.474 mapuche, siendo asi, este 24 de junio de 2012 correspondería al
12.478 del pueblo mapuche. Por lo tanto somos una de las culturas más antiguas y una de las que mantiene más intacta su forma de vida y conocimientos ancestrales.

Es responsabilidad de todos nosotros que se mantenga.

Afkilpe tufa chi kimün, nguyikilmün kuifikeche ñi ngulam.
Küme wetxipantu niaimün kom pu che.

Fuente: Kimelkelu Mapuzugun


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WIÑOL TRIPANTÜ!!!!
En esta época se produce un fenómeno de la naturaleza en todo el hemisferio sur y que consiste en lo siguiente: Los días se van acortando hasta llegar a su punto mas bajo, con la noche mas larga luego empieza el proceso inverso.
Cuando se produce este fenómeno de la naturaleza nuestros mayores (kuifike) dicen....

kiñe trekan alka wiñotuai ta antü: ( a un paso de gallo volverá el sol..)

küla trekan achawal wiñotuai ta antü: ( a tres pasos de gallina volverá el sol...)

un poko de kimüm y rakiduam mapuche

aflayay taiñ futrake newen

wiñol tripantü witrapuramnieaiñ taiñ weichan!!!!........

Luis Lonkomilla

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"Que las raices ancestrales con su sabiduria
nos acompañen en nuestra lucha siempre.
Y que la inocencia y pureza de la niñez nos
envuelvan en su diario caminar, para seguir
avanzando, con la verdad.
Defendamos Nuestro Territorio

OO__OSLO__20 06 2012

Olivia Oñate

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LLITUI KIÑE WIÑOL TRIPANTÜ, WENGETUI TAIÑ WEICHAN Se inicia un nuevo ciclo, se renueva nuestra lucha!!!
Wiñol tripantu, We Txipantu, Wiñotuy Txipan antu, Wiñoy Txipantu. Mapuche Kimun Mew....
Los antepasados los kuifikecheyem comprendieron los fenómenos que ocurren en la naturaleza cada cierto tiempo, uno de ellos fue el percatarse de la existencia de un momento durante el cual el avance de la noche alcanza su máxima extensión, a partir de ese momento se inicia el proceso inverso, es decir, las noches se acortan y los días se hacen más extensos. A este punto culmine en la transformación del tiempo los antepasados mapuche lo denominaron WIÑOL TRIPANTU o WE TRIPANTU, lo que en el idioma mapuche el mapundungun, significa retorno o volvió a salir el sol.

Según relatan los ancianos, los antepasados determinaron la fecha del wiñol tripantu por medio de la observación y contemplación del wallontu mapu (universo) y del nag mapu (la tierra donde coexistimos). Los kimche intuyeron la influencia que ejercen las gul pony el nao o la kapúra que son un grupo de estrellas que anuncia la llegada del wiñol tripantu, también la presencia de küyen la luna que renueva las aguas y el espíritu de lo femenino, la presencia del wünelfe o lucero del amanecer que renueva el newen de las plantas medicinales y todos los vegetales y por último antü el sol que renueva las energías del itro fill mogen todo lo que tiene vida, es por ello que el mapuche también se renueva en su kimün y rakiduam conocimiento y pensamiento mapuche, porque se es parte de un todo.

La importancia para la vida mapuche se manifiesta en una diversidad de ritos y actos socio-culturales y religiosos que caracterizan a la celebración del wiñol tripantu, es así como la tarde del día anterior ante que el sol se ponga por el trufül o lafken mapu se inician los preparativos instalándose el anümka que consiste en colocar ramas de foye, klon trilwe y kila enterradas en dirección al puel mapu lugar donde sale el sol, luego a la llegada de los invitados y los parientes se realiza el yeyipun ceremonia en la que se invoca a los antepasados locales a los que se denomina los mely chi laku comunicándoles que se cumple con el rito ancestral de hacer wiñol tripantu , generalmente el yeyipun es dirigido por una machi o en su lugar por el o los lonkos del lugar, el yeyipun dura hasta que el sol se pierde por el oeste.

Al llegar la noche se debe realizar mucho nütram o conversación compartiendo sabiduría, historias, conocimientos diversos, en esta ocasión el rol de los ancianos adquiere más fuerza por que ellos hacen gülam o concejo para ser mejores como persona y como mapuche asumirse con dignidad y orgullo, por ello se habla de los ejemplos de vida de quienes lucharon para que el pueblo permanezca hoy en día. Los niños y jóvenes se les aconseja para que sean küme che y alcancen el divino estado de kim che hombres sabios.

Durante la noche los participantes realizan purun o bailes tradicionales manteniendo un espíritu de encuentro y permanente comunicación con los valores y conocimientos ancestrales, también se enseñan aukantun o juegos para divertirse y entretenerse durante esa larga noche.

Se debe permanecer despierto para recibir la llegada del wiñol tripantu, por ello durante la noche debe reinar el espíritu comunitario y de sana diversión adquiriendo conocimientos necesarios para la vida mapuche.

De madrugada cuando se produce el pürapa nao la aparición de un grupo de estrellas que anuncia la llegada del wiñol tripantu iniciándose los preparativos para el nguillan mawun ceremonia del amanecer. A la llegada del wünelfe el lucero del amanecer la gente se baña el los ríos, lagos o esteros como símbolo de purificación para limpiar su espíritu y su cuerpo.

El regreso del sol y de la luz marca el proceso de renovación de la naturaleza y de la sabiduría y pensamiento mapuche, entendiendo el propio ser dentro del conjunto. Es así que el mapuche entiende que es el wiñol tripantu por que también nace, crece y se renueva al igual que todo lo que existe en la naturaleza y en el universo.

En el wiñol tripantu se realizan otros ritos anexos que reflejan el sentir y vivir de la sociedad mapuche uno de estos ritos es el lakutun que consiste que ha un niño se le otorga en nombre de un abuelo o antepasado de gran importancia para el pueblo mapuche. Por medio del lakutun el niño se vincula con su origen a través de su particularidad individual.

El profundo sentido que tiene el wiñol tripantu para el mapuche se manifiesta en su filosofía de vida en que se percibe que todo cumple una función, nada esta por estar, todo tiene un sentido y un significado en el orden universal y natural en que se desenvuelve. El wiñol tripantu tiene sentido y coherencia como fenómeno que ocurre aquí y en ese preciso momento para todos, más allá de nuestro origen. Es por ello que el pueblo mapuche lo valora y lo convierte en práctica sagrada............

Reflexiones sobre el Wiñol Tripantu:
Tiempo atrás, cuando era un niño y vivía en la comunidad de Llangkalwe, en el campo, algo ocurría en las vísperas de San Juan. Mi abuela me mandaba a comprar dos tarros de pescado cerca de Dollinko, a media hora de camino. El pescado enlatado era en mi niñez, una comida para ocasiones especiales, cuando no había carne. También preparaban café de trigo, pan dulce y a veces mültrün. Esto se hacia, generalmente, una vez al año aunque en la familia no había nadie llamado Juan.

A pesar de no ser una comida ostentosa, debido no precisamente por nuestra riqueza, era un día diferente, una época misteriosa que algo ocultaba. Nunca entendí, en aquellos tiempos, el porque de aquella "celebración" no muy mapuche, no muy wingka que alcance a vivir con mi familia; se encontraba justo en la mitad de la soga que se va a cortar. Se que en muchas comunidades se realizaba, con o sin un Juan. Después de algunos años, aquí en Santiago, en este proceso de reconstrucción y también de construcción, nos recordaron que es el Wiñol tripantu lo que la gente antigua espera en esta fecha. Un nuevo ciclo en que la tierra deja sus viejas vestiduras, muda, se transforma y despierta antes del amanecer relumbrando de verdor. La luz del lucero de la madrugada vuelve a brillar, es el tiempo en que wünelfe reaparece. Al regresar a Llangkalwe, hoy, preguntando a los mayores, me contaron que mi bis-abuelo, Cantalicio, su madre, Wekintuy, y toda la familia esperaban el wiñol tripantu. A pesar de haber nacido, según carnet, alrededor de mil ochocientos noventa (antes según la memoria) en tiempos de muerte, despojos y dolor, el quiebre no pudo quitarles las creencias. A ellos y a otros antiguos de la misma época, de diferentes comunidades, de las conversaciones de sus hijos que son nuestros abuelos podemos recurrir hoy, hurgando con urgencia, en nuestra raíz. Ellos están más cerca que nosotros de la patria Mapuche íntegra.

Se preparaban con mürke, mültrün, muday, korü, ilo, las mejores comidas, alistaban sus mantas, chirüpa, las mujeres el chamall, la ükülla, se mantenían en vigilia toda la noche conversando, recordando historias, hechos pasados. Los niños se levantaban antes del amanecer. Entonces, iban todos al río, al estero, a la vertiente, en busca de agua corriente, que fluye, que esta viva, para bañarse o lavarse. El agua del nuevo solsticio les renovaba las energías, los limpiaba porque al mar se lleva las enfermedades y las malas energías. Da más fuerza para luchar.

El sol encontraba a la familia en el umbral de la puerta, con ropa nueva o limpia, con un llellipun, con comida fresca, con cántaros de muday, con el alma sonriente, como quien espera a una visita muy querida. Los nuevos brotes, las aves, los animales, los insectos, los peces, la montaña, la naturaleza entera y los Mapuche se preparan, mudan de piel, nacen, reviven, dejan atrás las viejas cicatrices y renuevan los cantos para esperar el regreso del sol. En algunas comunidades, a los niños de pequeña estatura, los cuelgan de un árbol alto, como un álamo. Los adultos dan varillazos al árbol diciendo : "tremaimi, tremaimi"(que crezca). Así, las personas mantienen un lazo íntimo con la tierra, los niños crecen como ella. A los árboles que no dan frutos, se les conversa. Dos niños hacen carreras a caballo(de palo), uno para defender y el otro para despertar o castigar con una varilla. Fünaimi, fünaimi, le dicen, (que de frutos). Así no se olvidará de dar frutos en la próxima temporada. A algunas niñas se les hace el katan pilun; Es el momento, además, de entregarles un animalito, una cría para cuidar, un pollo, un perro, un cordero. Para aprender a ser responsables. Son muchos los saberes dispersados que se están recuperando. Hoy, nosotros también nos estamos preparando en este nuevo ciclo que se aproxima. Alistando el espíritu y el cuerpo, observando los cambios de la tierra, cambiando de la misma manera, recordando nuestro verdadero ser; sacando ülkatu olvidados para re-encontrar a wünelfe, para que nos ilumine con la poderosa luz que ilumina a los antiguos, a los guerreros; que el agua de nuestra tierra nos fortalezca y nos entregue sabiduría para enfrentar la lucha presente.

TAIÑ KUIFIKECHEYEM NI NEWEN MEW NUTAIÑ TAIÑ MAPU!!!.

AMULEPE TAIÑ WEICHAN!!!

MARICHIWEW!!!

WEUWAIÑ!!!!

chaltu may a la; Agrupación Mapuche Kilapán x reskatar nuestro rakiduam milenario.... newentuleimi pu lamgen pu peñy/ petu mogeleiñ!!!! —

Janeken Montoya


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Prensa Libre Pueblos Originarios
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