viernes, 8 de junio de 2012

GULUMAPU: Foro en Concepción: sobre la Lucha por el Territorio - Werken de Trapilwe, Rofwe y Temulemu

Viernes 08 de Junio de 2012
Voceros de Trapilwe, Rofwe y Temulemu 
hablaron en Concepción 
sobre la lucha por el territorio
En el marco del ciclo de foros sobre Territorio y Soberanía mapuche, se realizó en Concepción un foro panel denominado “Por qué luchan nuestras comunidades”. Wente Winkul Mapu también estuvo presente ante los cerca de 200 asistentes.
Allí expusieron representantes de la comunidad Temulemu de Traiguén, Rofuwe, Trapilwe y Mawidache del sector intercomuna Padre las casa-Freire, al sur de Temuco, quienes vinieron a entregar su testimonio de la experiencia de lucha que llevan adelante en sus territorios.


Temulemu:
La comunidad Temulemu ha sido emblemática de la lucha mapuche, junto a sus vecinas Didaico y Pantano desarrollaron un decidido proceso de recuperación territorial a partir del año 1999.

En conjunto y con el apoyo de weichafe de distintas zonas de Wallmapu, Temulemu, Pantano y Didaico expulsaron a la forestal Mininco de los predios Santa Rosa y Chorrillos y mantuvieron durante más de 12 años ocupado de hecho un paño de terreno que se acercaba a las 3.000 hectáreas.

La firme decisión de los peñi obligó a la empresa y al Estado chileno a hacer el traspaso legal de los predios a fines del año pasado.

Rofwe, Trapilwe y Mawidache contra el nuevo Aeropuerto de Temuco
Estas tres comunidades conforman una férrea alianza para detener la construcción del nuevo aeropuerto que consideran sería el fin de su espacio territorial y la anexión de éste a la metropoli temuquence y por consiguiente, la extinción definitiva de sus respectivos Lof.

La resistencia de estas comunidades tiene una historia de lucha contra diferentes amenazas empresariales, como la ampliación de la carretera 5 Sur, la instalación de torres de alta tensión, y la irrupción de particulares como la Universidad de la Frontera, la Iglesia Católica y un colono de apellido Pritzque, todos quienes ocupan territorio ancestral.

Lo sucedido en Wente Winkul Mapu
Estaba programada también la presencia de una delegación de la comunidad Wente Winkul Mapu del sector Chequenco en la zona de Ercilla, pero lamentables hechos ocurridos en la mañana de ayer jueves 07, frustraron la venida de los peñi, pero de todas formas llegó su mensaje a los presentes.

A eso de las siete de la mañana una caravana policial al mando del fiscal antimapuche Luis Chamorro arremetió contra varias casas de la comunidad, con la excusa de detener a un peñi. El accionar de la policía de ocupación chilena fue tan brutal que dejó cerca de 7 personas heridas, algunas de ellas de gravedad y dos detenidos, Erick y Segundo Montoya, el primero con “perdigones y la cara desfigurada por golpes”.

También resultó herido el padre de los detenidos y kimche de la comunidad, el peñi Venancio Montoya, un anciano de 78 años, con heridas de perdigones en ambas piernas, lo que lo mantiene hospitalizado en Collipulli. Los otros comuneros heridos, todos los cuales fueron atendidos en el hospital de la localidad de Collipulli, son Teresa Montoya, Daniel Montoya y los menores Álvaro Montoya (15 años) y Adrián Montoya (12 años), quien según las fuentes “sufrió golpes y tendría una fractura en su mano”

Según Daniel Melinao, werkén de la comunidad y quien en un contacto telefónico envió un mensaje a los asistentes al foro en Concepción, lo que ocurrió es de extrema gravedad ya que la policía chilena, lo que buscaba, era provocar una reacción que le permitiera asesinar a un peñi en Wente Winkul Mapu.

Recordemos que a mediados de abril de este año y en el patio de una casa en dicha comunidad, falleció en circunstancias aún no aclaradas un efectivo del Gope de Carabineros.





Fuente: País Mapuche

miércoles, 6 de junio de 2012

WETXIPANTU


El Wetxipantu: Año nuevo mapuche.
Para todas las culturas antiguas, entiéndase por antiguas aquellas que llevan varios milenios en formación (La cultura Cristiano-Occidental lleva apenas unos dos mil años en desarrollo),  existía una plena claridad en cuanto a el sol era el responsable de la vida en la tierra.

Desde hace mas de 10.000 años A.C. se han encontrado manifestaciones de adoración al sol. El hombre primitivo sabía que cada mañana el sol salía por el este llevándose consigo las tinieblas, el frio, los depredadores de la noche.

Conforme fueron avanzando las sociedades, no solo fueron conocedores de los cambios en el cielo, sino que además llevaban un cómputo para anticiparse a ellos.

Este conocimiento tan acabado del cosmos permitió anticipar fenómenos aun mayores como eclipses, lunas llenas y otros tan simples, pero de los cuales dependía su subsistencia, como por ejemplo saber  las épocas de lluvias y de la cosecha.

Como se puede observar, el sol era el centro de todo, contrario a la cultura Cristiano-Occidental que situaba a la tierra como el centro de nuestro sistema y que solo después de las irrefutables observaciones de Galileo Galilei (1564-1642) llegó al convencimiento de una realidad que ya había sido puesta en evidencia miles de años antes por los primeros pueblos.

Según datos arqueológicos, se han encontrado restos humanos en territorio mapuche que datan de más de 12.000 años, por tanto la cultura mapuche tiene varios miles de años en formación
                             
El pueblo mapuche, al igual que la mayoría de las culturas antiguas era consciente de los fenómenos producidos en la esfera celeste.

El kultxung, instrumento sagrado del pueblo mapuche, es una de las manifestaciones más grandes de dicho conocimiento. En él se contiene un una representación de los acontecimientos más importantes del año solar, tales como las estaciones, los solsticios y los equinoccios.

Los mapuche sabían que la Tierra (Mapu) demora 365 días y fracción dar una vuelta completa alrededor del sol (Antú), lo cual constituye kiñe txipantu (Un Año). Los días son nombrados al igual que el sol: Antü.

El año estaba dividido en 13 meses lunares (küyen) de 28 días aproximadamente, en total 364 días, más el último que no se contaba y que correspondía a solsticio de invierno.

Igualmente eran conocedores de los ciclos de la luna, y que esta tarda aproximadamente 28 días en dar la vuelta alrededor de la tierra, lo cual consistía en kiñe küyen (Un mes).

Las fases lunares eras también eran diferenciadas ya que poseían un atributo o utilidad propia:
Weküyen: Luna Nueva.
Pürapanküyen: Luna Creciente.
Aponküyen: Luna Llena.
Nag Küyen: Luna Menguante.

Ademas cada una de las trece küyen del txipantu tiene un nombre propio, por ejemplo, la que da inicio al wetxipantu se llama Txufkenküyen: Luna gris.

Por último, la unidad básica es el Antü (Día o sol) que igualmente se clasifica:
Epewun: Madrugada.
Wun: Amanecer.
Txipanantü: Salida del sol.
Liwen: Mañana
Püramantu: Avance de la mañana.
Rangiantü: Mediodía.
Amunantü: Pasado el mediodía.
Nagantü: Atardecer.
Konantü: Puesta del Sol.
Txafia: Anochecer.
Pun: Noche.
Rangipun: Medianoche.

También se sabía que cada estación del año dura aproximadamente tres meses, y son:
Pukem: invierno.
Pewü: primavera.
Walüng: verano.
Rümü: otoño.

Los Solsticios y equinoccios.
Uno de los fenómenos más importantes observados por los antiguos pueblos, y de los cuales los mapuche eran también conocedores es el de los solsticios y equinoccios.

¿En qué consisten dichos fenómenos?
Los equinoccios (Del Latín, Aequi: Igual. Noctium: Noche) Es un fenómeno que se produce dos veces al año, en otoño y primavera y consiste en que tanto el día como la noche tienen igual duración.
Los solsticios ocurren en invierno y verano, y son momentos en los que el sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo y donde la duración del día o la noche tienen una duración máxima o mínima respectivamente.
En otras palabras, en el solsticio de verano el sol alcanza su altura máxima aparente en el cielo, y la duración del día es la mayor del año, por consiguiente la noche es la más corta.
En el solsticio de invierno, en cambio, el sol alcanza su menor altura aparente en el cielo, la duración del día es la menor del año y la noche alcanza su máxima duración.
 Las fechas de los solsticios de verano e invierno son opuestas en cada hemisferio terrestre, por ejemplo, mientas en el hemisferio norte el solsticio de invierno ocurre entre los días 21 o 22 de diciembre, en el hemisferio sur ocurre entre los días 21 o 22 de junio.

¿Porque la importancias de dichos acontecimientos?
La llegada del solsticio de invierno coincide con la llegada del invierno, por lo tanto comienza el periodo de lluvias y con él se inicia la vida en la tierra. Es aquí cuando todo lo que el verano anterior secó vuelve a reverdecer, aparecen los broten, los animales se reproducen, se realizan las siembras anuales.

Desde el solsticio del verano anterior hasta la llegada del solsticio de invierno los días se han ido acortando cada vez más y la noche haciéndose cada vez más largas, hasta llegar a su punto máximo el día del solsticio de invierno. Los pueblos antiguos creían que en ese periodo las energías negativas habían ido ganando terreno, todo iba muriendo poco a poco, pero con la llegada del solsticio de invierno los días comenzarías a alargarse nuevamente, trayendo consigo el triunfo del bien sobre el mal.

En el hemisferio norte, el solsticio de invierno ocurre en diciembre, fecha en que se celebra la navidad y que los pueblos Pre-cristianos celebraban el retorno del sol. Sin embargo posteriormente la Iglesia Católica decidió situar en esta fecha el nacimiento de Jesucristo con la finalidad de eliminar dicha fiesta Pagana.
Lo mismo ocurrió con el solsticio de verano al cual transformaron en la fiesta de San Juan.

Algunos pueblos antiguos como los judíos también celebraban este acontecimiento, pero lo hacían más tarde, en el equinoccio de primavera, fecha en la cual el bien oficialmente derrotaba al mal. Consiente de aquello la Iglesia Católica situó en esa fecha la muerte de Jesucristo

En el hemisferio sur, el solsticio de invierno ocurre junio, fecha en que el hemisferio norte celebra el solsticio de verano (San Juan). En Sudamérica los pueblos originarios celebraban estos acontecimientos, por ejemplo los pueblos andinos festejaban el Inti Raymi y los mapuche el Wetxipantu.
                                                                                           
Para los mapuche cada solsticio de invierno significaba no solo la llegada de un nuevo año, sino que la llegada de un nuevo sol, un nuevo txipanantü. El txipanantü es la salida del sol, es lo que ocurre cada mañana. Sin embargo en wetxipanantü es la salida del sol del nuevo año (We: Nuevo), es esto lo que se produce cada solsticio de invierno.

Con él, se iniciaba un nuevo ciclo, la renovación de todo lo existente, es un día lleno de misterios, por ejemplo, es el único día del año en que las aguas de ríos, vertientes, lagunas o esteros cambian de temperatura, haciendo posible bañarse el ellos por la madrugada.

También pudieron apreciar que desde ese momento los días comenzaban a alagarse lentamente y la noche se iba haciendo cada vez más corta y lo expresaban en la siguiente fórmula: “Kiñe txekan alka amuy antü ka kiñe txekan alka wiñotui pun” o “El dia avanza un paso de gallo, mientras que la noche retrocede un paso de gallo”

Con la llegada del wetxipantu pareciera que el sol regresara, es decir, después de haber llegado a su punto máximo de alejamiento, ahora se acerca cada dia un poco más, como
“A pasos de gallo”, es por esto que también se le llama wiñol tripantu.

Las familias mapuche esperan con ansias la llegada del wetxipantu, proceso que termina con la salida del “nuevo sol”.

 Aunque la celebración es distinta en cada lof, (A veces solo una fiesta familiar y otras veces en comunidad) básicamente las actividades que se realizan son estas:
Se espera velando toda la noche, entre comidas (Kankan ilo, Mültxun, kako, Cofke, etc.), bebidas (Muzai, mate, etc.), juegos (Awarkuzen), cantos (Ülkatun, ayekan), historias (Epeu). Llegando la madrugada y antes que salga el sol se realiza un baño que tiene por objeto la purificación del cuerpo (Kalül) y el espíritu (Pülli), con la finalidad de recibir el nuevo sol.
                 
Para el mapuche existe un orden en el Az Mapu, nada es casualidad, todo es producto de un eterno ciclo,  del cual nosotros en cierto modo, también somos responsables de mantener.

De ahí la base de la espiritualidad mapuche, todo está perfectamente interrelacionado, hay una conexión entre los fenómenos naturales y lo espiritual, entre lo físico y lo metafísico.

Es por esto la importancia de transmitir estos conocimientos ancestrales a nuestras futuras generaciones. De nosotros depende que nuestros hijos no lo olviden.

Según algunos investigadores, de acuerdo a las pruebas de carbono-14, el año 2008 correspondía al 12.474 mapuche, siendo asi, este 24 de junio de 2012 correspondería al
12.478 del pueblo mapuche. Por lo tanto somos una de las culturas más antiguas y una de las que mantiene más intacta su forma de vida y conocimientos ancestrales.

Es responsabilidad de todos nosotros que se mantenga.

Afkilpe tufa chi kimün, nguyikilmün kuifikeche ñi ngulam.
Küme wetxipantu niaimün kom pu che.

Fuente: Kimelkelu Mapuzugun


__________________________________________

WIÑOL TRIPANTÜ!!!!
En esta época se produce un fenómeno de la naturaleza en todo el hemisferio sur y que consiste en lo siguiente: Los días se van acortando hasta llegar a su punto mas bajo, con la noche mas larga luego empieza el proceso inverso.
Cuando se produce este fenómeno de la naturaleza nuestros mayores (kuifike) dicen....

kiñe trekan alka wiñotuai ta antü: ( a un paso de gallo volverá el sol..)

küla trekan achawal wiñotuai ta antü: ( a tres pasos de gallina volverá el sol...)

un poko de kimüm y rakiduam mapuche

aflayay taiñ futrake newen

wiñol tripantü witrapuramnieaiñ taiñ weichan!!!!........

Luis Lonkomilla

__________________________________________

"Que las raices ancestrales con su sabiduria
nos acompañen en nuestra lucha siempre.
Y que la inocencia y pureza de la niñez nos
envuelvan en su diario caminar, para seguir
avanzando, con la verdad.
Defendamos Nuestro Territorio

OO__OSLO__20 06 2012

Olivia Oñate

__________________________________________


LLITUI KIÑE WIÑOL TRIPANTÜ, WENGETUI TAIÑ WEICHAN Se inicia un nuevo ciclo, se renueva nuestra lucha!!!
Wiñol tripantu, We Txipantu, Wiñotuy Txipan antu, Wiñoy Txipantu. Mapuche Kimun Mew....
Los antepasados los kuifikecheyem comprendieron los fenómenos que ocurren en la naturaleza cada cierto tiempo, uno de ellos fue el percatarse de la existencia de un momento durante el cual el avance de la noche alcanza su máxima extensión, a partir de ese momento se inicia el proceso inverso, es decir, las noches se acortan y los días se hacen más extensos. A este punto culmine en la transformación del tiempo los antepasados mapuche lo denominaron WIÑOL TRIPANTU o WE TRIPANTU, lo que en el idioma mapuche el mapundungun, significa retorno o volvió a salir el sol.

Según relatan los ancianos, los antepasados determinaron la fecha del wiñol tripantu por medio de la observación y contemplación del wallontu mapu (universo) y del nag mapu (la tierra donde coexistimos). Los kimche intuyeron la influencia que ejercen las gul pony el nao o la kapúra que son un grupo de estrellas que anuncia la llegada del wiñol tripantu, también la presencia de küyen la luna que renueva las aguas y el espíritu de lo femenino, la presencia del wünelfe o lucero del amanecer que renueva el newen de las plantas medicinales y todos los vegetales y por último antü el sol que renueva las energías del itro fill mogen todo lo que tiene vida, es por ello que el mapuche también se renueva en su kimün y rakiduam conocimiento y pensamiento mapuche, porque se es parte de un todo.

La importancia para la vida mapuche se manifiesta en una diversidad de ritos y actos socio-culturales y religiosos que caracterizan a la celebración del wiñol tripantu, es así como la tarde del día anterior ante que el sol se ponga por el trufül o lafken mapu se inician los preparativos instalándose el anümka que consiste en colocar ramas de foye, klon trilwe y kila enterradas en dirección al puel mapu lugar donde sale el sol, luego a la llegada de los invitados y los parientes se realiza el yeyipun ceremonia en la que se invoca a los antepasados locales a los que se denomina los mely chi laku comunicándoles que se cumple con el rito ancestral de hacer wiñol tripantu , generalmente el yeyipun es dirigido por una machi o en su lugar por el o los lonkos del lugar, el yeyipun dura hasta que el sol se pierde por el oeste.

Al llegar la noche se debe realizar mucho nütram o conversación compartiendo sabiduría, historias, conocimientos diversos, en esta ocasión el rol de los ancianos adquiere más fuerza por que ellos hacen gülam o concejo para ser mejores como persona y como mapuche asumirse con dignidad y orgullo, por ello se habla de los ejemplos de vida de quienes lucharon para que el pueblo permanezca hoy en día. Los niños y jóvenes se les aconseja para que sean küme che y alcancen el divino estado de kim che hombres sabios.

Durante la noche los participantes realizan purun o bailes tradicionales manteniendo un espíritu de encuentro y permanente comunicación con los valores y conocimientos ancestrales, también se enseñan aukantun o juegos para divertirse y entretenerse durante esa larga noche.

Se debe permanecer despierto para recibir la llegada del wiñol tripantu, por ello durante la noche debe reinar el espíritu comunitario y de sana diversión adquiriendo conocimientos necesarios para la vida mapuche.

De madrugada cuando se produce el pürapa nao la aparición de un grupo de estrellas que anuncia la llegada del wiñol tripantu iniciándose los preparativos para el nguillan mawun ceremonia del amanecer. A la llegada del wünelfe el lucero del amanecer la gente se baña el los ríos, lagos o esteros como símbolo de purificación para limpiar su espíritu y su cuerpo.

El regreso del sol y de la luz marca el proceso de renovación de la naturaleza y de la sabiduría y pensamiento mapuche, entendiendo el propio ser dentro del conjunto. Es así que el mapuche entiende que es el wiñol tripantu por que también nace, crece y se renueva al igual que todo lo que existe en la naturaleza y en el universo.

En el wiñol tripantu se realizan otros ritos anexos que reflejan el sentir y vivir de la sociedad mapuche uno de estos ritos es el lakutun que consiste que ha un niño se le otorga en nombre de un abuelo o antepasado de gran importancia para el pueblo mapuche. Por medio del lakutun el niño se vincula con su origen a través de su particularidad individual.

El profundo sentido que tiene el wiñol tripantu para el mapuche se manifiesta en su filosofía de vida en que se percibe que todo cumple una función, nada esta por estar, todo tiene un sentido y un significado en el orden universal y natural en que se desenvuelve. El wiñol tripantu tiene sentido y coherencia como fenómeno que ocurre aquí y en ese preciso momento para todos, más allá de nuestro origen. Es por ello que el pueblo mapuche lo valora y lo convierte en práctica sagrada............

Reflexiones sobre el Wiñol Tripantu:
Tiempo atrás, cuando era un niño y vivía en la comunidad de Llangkalwe, en el campo, algo ocurría en las vísperas de San Juan. Mi abuela me mandaba a comprar dos tarros de pescado cerca de Dollinko, a media hora de camino. El pescado enlatado era en mi niñez, una comida para ocasiones especiales, cuando no había carne. También preparaban café de trigo, pan dulce y a veces mültrün. Esto se hacia, generalmente, una vez al año aunque en la familia no había nadie llamado Juan.

A pesar de no ser una comida ostentosa, debido no precisamente por nuestra riqueza, era un día diferente, una época misteriosa que algo ocultaba. Nunca entendí, en aquellos tiempos, el porque de aquella "celebración" no muy mapuche, no muy wingka que alcance a vivir con mi familia; se encontraba justo en la mitad de la soga que se va a cortar. Se que en muchas comunidades se realizaba, con o sin un Juan. Después de algunos años, aquí en Santiago, en este proceso de reconstrucción y también de construcción, nos recordaron que es el Wiñol tripantu lo que la gente antigua espera en esta fecha. Un nuevo ciclo en que la tierra deja sus viejas vestiduras, muda, se transforma y despierta antes del amanecer relumbrando de verdor. La luz del lucero de la madrugada vuelve a brillar, es el tiempo en que wünelfe reaparece. Al regresar a Llangkalwe, hoy, preguntando a los mayores, me contaron que mi bis-abuelo, Cantalicio, su madre, Wekintuy, y toda la familia esperaban el wiñol tripantu. A pesar de haber nacido, según carnet, alrededor de mil ochocientos noventa (antes según la memoria) en tiempos de muerte, despojos y dolor, el quiebre no pudo quitarles las creencias. A ellos y a otros antiguos de la misma época, de diferentes comunidades, de las conversaciones de sus hijos que son nuestros abuelos podemos recurrir hoy, hurgando con urgencia, en nuestra raíz. Ellos están más cerca que nosotros de la patria Mapuche íntegra.

Se preparaban con mürke, mültrün, muday, korü, ilo, las mejores comidas, alistaban sus mantas, chirüpa, las mujeres el chamall, la ükülla, se mantenían en vigilia toda la noche conversando, recordando historias, hechos pasados. Los niños se levantaban antes del amanecer. Entonces, iban todos al río, al estero, a la vertiente, en busca de agua corriente, que fluye, que esta viva, para bañarse o lavarse. El agua del nuevo solsticio les renovaba las energías, los limpiaba porque al mar se lleva las enfermedades y las malas energías. Da más fuerza para luchar.

El sol encontraba a la familia en el umbral de la puerta, con ropa nueva o limpia, con un llellipun, con comida fresca, con cántaros de muday, con el alma sonriente, como quien espera a una visita muy querida. Los nuevos brotes, las aves, los animales, los insectos, los peces, la montaña, la naturaleza entera y los Mapuche se preparan, mudan de piel, nacen, reviven, dejan atrás las viejas cicatrices y renuevan los cantos para esperar el regreso del sol. En algunas comunidades, a los niños de pequeña estatura, los cuelgan de un árbol alto, como un álamo. Los adultos dan varillazos al árbol diciendo : "tremaimi, tremaimi"(que crezca). Así, las personas mantienen un lazo íntimo con la tierra, los niños crecen como ella. A los árboles que no dan frutos, se les conversa. Dos niños hacen carreras a caballo(de palo), uno para defender y el otro para despertar o castigar con una varilla. Fünaimi, fünaimi, le dicen, (que de frutos). Así no se olvidará de dar frutos en la próxima temporada. A algunas niñas se les hace el katan pilun; Es el momento, además, de entregarles un animalito, una cría para cuidar, un pollo, un perro, un cordero. Para aprender a ser responsables. Son muchos los saberes dispersados que se están recuperando. Hoy, nosotros también nos estamos preparando en este nuevo ciclo que se aproxima. Alistando el espíritu y el cuerpo, observando los cambios de la tierra, cambiando de la misma manera, recordando nuestro verdadero ser; sacando ülkatu olvidados para re-encontrar a wünelfe, para que nos ilumine con la poderosa luz que ilumina a los antiguos, a los guerreros; que el agua de nuestra tierra nos fortalezca y nos entregue sabiduría para enfrentar la lucha presente.

TAIÑ KUIFIKECHEYEM NI NEWEN MEW NUTAIÑ TAIÑ MAPU!!!.

AMULEPE TAIÑ WEICHAN!!!

MARICHIWEW!!!

WEUWAIÑ!!!!

chaltu may a la; Agrupación Mapuche Kilapán x reskatar nuestro rakiduam milenario.... newentuleimi pu lamgen pu peñy/ petu mogeleiñ!!!! —

Janeken Montoya


__________________________________________

__________________________________________

Prensa Libre Pueblos Originarios
http://prensalibrepueblosoriginarios-mapuche.blogspot.com.ar/

lunes, 4 de junio de 2012

GULUMAPU: NO A LA LEY DE PESCA - BASTA DE PRIVATIZAR LOS RECURSOS NATURALES!!!

"Los peces no son mercancía, 
son patrimonio de las pasadas, presentes y futuras generaciones del pueblo mapuche"
____________________

Autoridades Tradicionales, comunidades, organizaciones y dirigentes del Pueblo Mapuche, declaran lo siguiente respecto a la discusión que se realiza sobre la Ley de Pesca en Chile.

1. Por siglos nuestras familias y comunidades han habitado las costas y zonas marinas del Pacífico y Atlántico Sudamericano donde han obtenido además de alimentos, medicinas y variados elementos que han sido parte de nuestra cultura como pueblo.

2. El uso de los recursos marinos y costeros, pero también el acceso y la residencia en estas zonas no sólo la han realizado las comunidades costeras mapuche, como son los Williches y Lafkenche, sino que también las comunidades de los bosques, de los valles interiores y de la Cordillera, todo a través de las históricas tradiciones del Trafkintun.

3. Para el pueblo Mapuche, los recursos que se obtienen del Lafkenmapu, no solo son alimentos, sino ellos integran valiosos elementos de espiritualidad, historia y formas de la economía mapuche que son parte inseparable “Kume Mögem”, El buen vivir mapuche.

4. Los recursos marinos, para el pueblo mapuche no son mercancía, y su uso y acceso siempre ha sido con carácter comunitario y colectivo. Por este motivo rechazamos los intentos de sucesivos gobiernos chilenos y empresarios que operan en las costas y áreas marinas, por privatizar los peces y venderlos al mejor postor de manera indefinida.

5. Para el pueblo mapuche los recursos del mar son patrimonio de las pasadas, actuales y futuras generaciones.

6. Valoramos los esfuerzos que han realizado en las últimas décadas las comunidades de pescadores y sus organizaciones por defender el carácter comunitario y colectivo de los peces. En este sentido consideramos de vital trascendencia la oposición que los pescadores artesanales y sus organizaciones realizaron frente a los intentos de privatización de manera indefinida de los peces que en su momento intento imponer la dictadura militar y luego el gobierno de Ricardo lagos.

7. Invitamos también a las organizaciones de pescadores, sus familias y comunidades a continuar oponiéndose a este nuevo intento de privatización de los peces que intentan nuevamente imponer los grandes empresarios y el actual gobierno de Sebastián Piñera y que además de afectar el carácter comunitario y colectivo del patrimonio de los pescadores artesanales, despoja a la sociedad chilena toda y a todo el pueblo Mapuche del patrimonio marino de estos territorios.

8. Exigimos al Presidente de Chile, Sebastián Piñera, al Ministro de Economía, Pablo Longueira, y a los presidentes del Senado, Guido Girardi, y de la Cámara de Diputados, Patricio Melero, que respeten el derecho Consuetudinario y el Derecho Internacional de los pueblos Indígenas, expresado en el Convenio 169 de la OIT y en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, para realizar las consultas referentes a la forma como la sociedad debe usar los recursos naturales y en este caso los recursos marinos.


FIRMAN

- Colectivo Mapuexpress

- Grupo de Trabajo por los Derechos Colectivos del Pueblo Mapuche

- Comité de Defensa del Mar de Mehuin

- Comunidad mapuche huilliche Pepiukelen, Pargua

- Red de Acción por los Derechos Ambientales (RADA), Temuko

- Comitè de Solidaritat amb els Pobles Indígenes d´Amèrica - Barcelona

- Asociación Tierra y Libertad para Arauco, Francia

- Grupo Regional Mapuche en Colonia/ Alemania de la Sociedad para los Pueblos Amenazados

- Asociación de Profesionales Indígenas Wuñelfe

_______________________________


ORGANIZACIONES Y COMUNIDADES MAPUCHE RECHAZAN REPARTO DE CUOTAS PESQUERAS Y DEFIENDEN DERECHOS COLECTIVOS Y COMUNITARIOS
Esta es una declaración de comunidades y organizaciones del Pueblo Mapuche que llaman a mantener el caracter comunitario y colectivo de los peces, y a considerarlo patrimonio de las actuales y futuras generaciones. Además llaman a las organizaciones de pescadores a no aceptar la imposición de las grandes empresas y del Ministro de Economía, Pablo Longueira, por privatizar las pesquerías.

Los peces no son mercancía, son patrimonio de las pasadas, presentes y futuras generaciones del pueblo mapuche. Someterse a la actual imposición de reparto de cuotas pesqueras debilita la concepcción de derechos colectivos y comunitarios del Pueblo Mapuche y abre la puerta para la privatización de los recursos marinos.

Los recursos marinos, para el pueblo mapuche no son mercancía, y su uso y acceso siempre ha sido con carácter comunitario y colectivo. Por este motivo rechazamos los intentos de sucesivos gobiernos chilenos y empresarios que operan en las costas y áreas marinas, por privatizar los peces y venderlos al mejor postor de manera indefinida...

Para adherir: http://www.ipetitions.com/petition/lafquen/
MAPUEXPRESS
RADIO DEL MAR

_______________________________

miércoles, 30 de mayo de 2012

ANIMACIÓN: DESDE LA PENUMBRA

Desde la penumbra






Argentina, 20112 minutos, animación
Temática: mujeres
Dirección: Laura Bondel
Ignoradas, encerradas, silenciadas, desaparecidas. Ellas ya no están. Alguien las busca. Animación que representa a mujeres originarias que van desapareciendo, al son de una canción mapuche.

GABRIEL MARILLAN, WEICHAFE DE TEMUCUICUI ES ENCONTRADO MUERTO POR CAUSAS NO ACLARADAS


ALIANZA TERRITORIAL MAPUCHE

GABRIEL MARILLAN, WEICHAFE DE TEMUCUICUI ES ENCONTRADO 

MUERTO POR CAUSAS NO ACLARADAS.-

La Nación Mapuche lamenta nuevamente la muerte de uno de sus weichafe más apreciados, Gabriel Marillan Curamil, quien fue encontrado muerto al interior de su lof de Temucuicui, en la comunidad Ignacio Queipul, por causas aún no aclaradas. El Lunes en la mañana fue encontrado al interior de un canal de regadío el cuerpo de Marillan, encontrándose parte de sus pertenencias a 500 metros del lugar y sin otros rastros. Gabriel Marillan era bien conocido por su destacado aporte a la lucha por los derechos mapuche y en especial en el largo proceso de recuperación del territorio mapuche conocido hoy como Alaska, habiendo sufrido diversos procesos judiciales, detenciones y heridas provenientes de las armas policiales, apareciendo desde hace años en los listados de prisioneros políticos mapuches (http://www.mapuche.info/mapu/resmap020518.html ).

"Es una gran pérdida, su partida es dolorosa para todos los mapuche, por su compromiso con nuestra causa, su análisis crítico respecto de los modelos que nos impone el invasor y por el apoyo que hasta hoy entregaba para que los jóvenes también accedieran a la tierra con la recuperación de los predios La Romana y Montenegro", señaló el werken de la Alianza Territorial Mapuche Mijael Carbone Queipul. La tristeza se hace mayor en Temucuicui al ver partir al hermano, padre y abuelo de 48 años de edad sin haber visto la devolución del territorio comunitario, mientras los voceros del poder estatal chileno publican permanentes voladeros de luces para hacer pensar que la solución está pronta.

"Nos deja el ejemplo de un hombre que antepuso los intereses de la Nación Mapuche por sobre los personales, un weichafe alegre que reía y cantaba frente a la muerte, siempre adelante en la movilización, mientras las fuerzas represivas disparaban a mansalva. Su herencia no será olvidada", finalizó diciendo el werken Carbone Queipul. Los funerales de Marillan se realizarán mañana jueves en el territorio comunitario, luego de la tradicional ceremonia de Eluwun.



______________________________________________

Miércoles 30 mayo 2012
Servicio Médico Legal -SML- indaga causa de muerte de comunero mapuche en Ercilla

La Fiscalía de Collipulli se encuentra a la espera del informe del Servicio Médico Legal respecto de las causas de la muerte del comunero Gabriel Segundo Marillán Curamil, quien fue encontrado muerto la mañana del lunes en Ercilla.

El cuerpo del hombre de 47 años fue encontrado sin vida semi sumergido en un canal de regadío en la comunidad Pancho Curamil, próximo a un camino que lleva el asentamiento indígena Ignacio Quilpul Millanao.

No han sido difundidas las circunstancias que rodearon el deceso, causando expectación entre sus cercanos.

Fuente: biobiochile

______________________________________________

LAS TIERRAS MAPUCHE DEL LLEU LLEU: HISTORIA DE LA USURPACION.


Enero de 2010
LAS TIERRAS MAPUCHE DEL LLEU LLEU: 
HISTORIA DE LA USURPACION.
La actual situación territorial y judicial de las familias mapuche de Choque no es nueva. Si hoy en día las comunidades aledañas al lago Lleu Lleu se encuentran rodeadas por cordones forestales y por fuerzas policiales, ello no constituye sino nuevas formas de ocupación por parte del Estado chileno, y representa una continuidad con un pasado no tan lejano, que se remonta a la Ocupación Militar de la Araucanía, a la llegada de los fundos particulares, al proceso de reducción y radicación, a la represión de los días posteriores al Golpe de Estado, y -más cercanamente- a la defensa que hacen los organismos del Estado desde la llegada al área de las empresas forestales.
Por Martin Correa Cabrera, historiador

EL ANTIGUO TERRITORIO LAFKENCHE Y LA OCUPACION DEL ESTADO CHILENO
Al momento de constituirse la República de Chile, en las tierras al sur del Bio Bio el pueblo mapuche gozaba de autonomía política y jurisdiccional, autonomía que había sido reconocida a través de múltiples Parlamentos entre la Corona Española y las autoridades mapuche.
El primer antecedente que hace referencia a las autoridades mapuche del sector de Lleu Lleu lo encontramos en el Parlamento de Yumbel, de fecha 16 de diciembre de 1692, al que acuden los caciques Pillantur, Amali, Paillante y Caiancura, de Lleu Lleu; Penipillan y Categuaguelen, de Quidico; Amoibueno, Gueracan, Marilebu, Cincomalco, Guentelican y Lleubalican, de Tirúa, entre otras autoridades , lo que da cuenta de la importancia política de los mapuche del área, y de que representan a un gran número de familias.
Lo anterior se replica en el Parlamento de Tapihue, realizado entre el 21 y el 29 de diciembre de 1774, al que acuden los caciques Pedro Huentecol y Jacinto Millanau, de Choque; Agustín Yaupi y Francisco Caniu de Lleu Lleu; Francisco Marileb, de Tranaquepe; Juan Curilabquen, de Quidico; y Martín Curimilla, Francisco Guentelemu, Martín Liencoanti, Pedro Millacaniu, Juan Pilquian, Francisco Huencheu y Lorenzo Tokillanca, de Tirúa, entre muchos otros.

En los inicios de la República chilena la situación se mantiene intacta. Para entonces, en el territorio mapuche de la Provincia de Arauco -a orillas del Pacífico y al sur del río Biobío- existía una división política territorial identificada con las jefaturas mapuche principales. Así, Namunkura fue el Lonko o jefe principal en Tukapel; Antuwen lo fue en Elikura; Antullen en Tromen; Trarupil en Peleko; Kallfulao en Nangalwe; Alkamañ en Llonkao; Payllaw en Tirúa, Waykiñir en Yani y Millan en Alberrada. Así mismo, en esos años se reconocía como cacique principal o Ñizol Longko desde el río Lebu hasta Tirúa, a Porma, de Huentelolen. Por otro lado, a diferencia de lo que se ha hecho creer, el poblamiento mapuche era tan extendido que el Ministro de Interior Antonio Varas plantea, hacia 1849, que

“la subdelegación de Arauco comprendida entre la cordillera de la costa y el mar, y entre el Laraquete y el Cautín, está poblada de indígenas en todas direcciones. Indígenas hay a orillas del mar y en el centro. Sólo el pueblo (Arauco) y sus cercanías están completamente ocupado por españoles; pero por poco que estos límites se salga se encuentran indígenas […] a quienes es preciso sujetar para civilizarlos, a una administración y un régimen especial.”

Ese era –y es- el objetivo principal del estado chileno, ‘civilizar’ al mapuche, es decir obligarlos a dejar de ser mapuche y que se asuman como ‘campesinos’, y sujetarlos a una administración y régimen especial, que se manifestó entonces en todo un aparataje legal para despojarlos de sus tierras y en la actualidad en la aplicación de la ley antiterrorista para mantenerlos encarcelados y estigmatizados ante la sociedad chilena.

En esos mismo años, a mediados del siglo XIX, ha llegado al territorio que se extiende entre el río Bio Bio por el norte y el río Malleco por el sur un gran contingente de chilenos, alrededor de trece mil personas , “individuos de mala fama, que con su conducta perjudican a los habitantes honrados y principalmente a los indígenas de todas sus propiedades”, relata el coronel Cornelio Saavedra, apropiándose de amplias extensiones territoriales de las tierras ancestrales a través de diferentes estratagemas, fraudes y engaños, según se desprende del testimonio de las propias autoridades de la época, como es el caso del Intendente Bascuñán Guerrero, quien envía una carta al Ministro del Interior denunciando que

“los Indígenas, como vendedores, reclamaban ahora que no había venta ninguna, sino sólo un simple arriendo; en otros casos, que el terreno vendido no había pertenecido en realidad al vendedor; también sobre la mayor o menor extensión del terreno enajenado y últimamente reclamando lesión enorme y enormísima en cuanto al precio de la propiedad enajenada”.

Sin embargo, la denuncia de Cornelio Saavedra, el paladín de la ocupación militar del territorio mapuche, no se dirige a la defensa de los derechos mapuche, sino a mejorar la calidad de los usurpadores, a la necesidad de “llevar al territorio indígena personas de mejores costumbres, que tengan hábitos de trabajo e interés en el progreso de la industria. Esta clase de colonos debe ser en su mayor parte extranjeros.” El problema, para el Estado chileno, radica en la ‘calidad’ de los colonos, que deben ser extranjeros, y que una vez que éstos ocupen el territorio mapuche “la existencia de tribus salvajes en la República, sólo aparecería consignada en las páginas de la historia”, señala con desparpajo el propio Cornelio Saavedra.

Es lo que sucede precisamente con el territorio mapuche aledaño al lago Lleu Lleu, como en toda la Araucanía.
El primer paso para ello es crear una legislación acorde al plan, y en virtud de ella el Estado incorpora ‘nominalmente’ al territorio mapuche como una provincia del territorio chileno, integrándolo a su jurisdicción y reglamentando los actos de constitución de la propiedad en el territorio mapuche. En esta apropiación ‘administrativa’, se dicta la Ley de 2 de Julio de 1852, que crea la Provincia de Arauco, que comprende

“... en su demarcación los territorios de indígenas situados al sur del Bío Bío y al norte de la provincia de Valdivia...”, [los cuales] “se sujetarán a las autoridades y al régimen que, atendidas sus circunstancias especiales, determine el Presidente de la República... para el mejor gobierno de la Frontera, para la más eficaz protección de los indígenas, para promover su más pronta civilización y para arreglar los contratos y relaciones de comercio con ellos.”

Del artículo citado se desprenden, al menos, tres elementos: El reconocimiento de la existencia de un ‘territorio de indígenas’ con una extensión y deslindes determinados; el que dicho territorio es anexado ‘en el papel’ al Estado chileno; y el que se le entrega atribuciones específicas al Presidente de la República a fin de proteger a los habitantes, ‘promover su civilización’ y, sobre todo, ‘arreglar los contratos y relaciones de comercio’, sin duda lo más relevante y de mayor importancia para el gobierno central, exigiendo una serie de formalidades en los contratos que se pacten en dicho territorio, lo que en la práctica quedó solo en el papel.
Lo que se esconde detrás de esta ley -que a primera vista parece ‘proteccionista’- es el que se está integrando al mercado un amplio espacio territorial, el territorio mapuche, y la apariencia ‘proteccionista’ quedará solo en eso, en apariencia.

En forma paralela, a la ocupación legal aparece a partir de la década de 1860, la más dura y cruel de las ocupaciones, la militar, la mal llamada “Pacificación de la Araucanía”.
Como primer paso para la Ocupación Militar de la Araucanía se levantan, en 1862, el fuerte de Lebu y los puestos militares de Quidico y Tirúa, y luego, en 1866, el fuerte de Cañete. Todos en sectores de extendida población mapuche, y en 1869 se complementan con la línea de fuertes y fortines en los pasos de Contulmo, Cayucupil y Elicura, emplazados en la Cordillera de Nahuelbuta, todo un sistema de fortificaciones a fin de “incomunicar las tribus de la costa con las del valle central i proteger las comunicaciones de Cañete con las plazas de Angol y Purén”.
PLANO DE ARAUCO Y VALDIVIA CON LA DESIGNACIÓN DE LA ANTIGUA
Y NUEVA LINEA DE FRONTERA CONTRA LOS INDIOS. 1870
En términos de estrategia militar, en 1869 el Coronel Cornelio Saavedra decía entonces:
“Las tribus de la costa, en la parte comprendida al poniente de la cordillera de Nahuelbuta, al norte del Imperial y el río Lebu por el sur, componen una fuerza de mil lanzas que obedecen a los caciques Mariñan, Porma, Paillao, Hueraman, Cheuquean, Lincognir, Calvulao y otros de menor importancia. No siéndole ya posible a esta población indígena comunicarse con la del valle central, ha quedado sometida a nuestras autoridades”

El resultado práctico de la ocupación del territorio Lafkenche es que se amplía notablemente la disponibilidad de tierras rematables o adjudicables por particulares.
En términos legales, hacia 1866 el reconocido “territorio de indígenas” por la legislación es cambiado por el de “territorio de Colonización”, y el 13 de octubre de 1875 se dicta el decreto que crea las Provincias de BioBio y Arauco y el Territorio de Colonización de Angol. Lo anterior significó que las tierras mapuche ubicadas al norte de Tirúa dejan de tener la protección que hasta entonces tenían, e ingresan en gloria y majestad al mercado inmobiliario, no importando ni haciendo cuestión a sus habitantes ancestrales.
Es en este momento que se forman –en tierras mapuche de antigua data- la Hacienda Lanalhue, de propiedad de la familia Etchepare (1850), en 5.500 hectáreas; la Hacienda Lleu Lleu de Félix Antonio Aguayo (1860), con 4.000 hectáreas; la Hacienda Antiquina de Pedro Etchepare B. (1876), de 8.130 hectáreas; y la Hacienda Tranaquepe, de Francisco Javier Ovalle (1876), con alrededor de 12.000 hectáreas. Es decir, el Estado chilena adjudica 9.630 hectáreas para solo 4 familias, y no sólo eso, mientras a los colonos se les adjudicaba en remate o se les reconocía la validez legal de los títulos de dominio adquiridos sobre los terrenos planos, en grandes extensiones y de mejor calidad, las familias mapuche resistirán en pequeños retazos, la mayor de las veces sin agua, sin terrenos de pastoreo y ramoneo, encerrados por los latifundios, y en las peores tierras.

Coherente con lo descrito, la llegada de extranjeros al área forma parte de la memoria colectiva mapuche, transmitida de generación en generación:
“los primeros winkas que llegaron fueron los gringos, los extranjeros. Porque antes no había fundo, había Lof, entonces cuando llegaron ellos comenzaron a ‘tomar estancias’ como decían ellos. Posteriormente llegaron a los fundos, ¿Quiénes fueron? Casi puros extranjeros, alemanes digamos. Aquí había un tal Ebensperguer, aquí en el fundo Tranaquepe. En Antiquina había Arismendí y más al norte había unos tales Etchepares. Y así poh, aquí no hubo Mapuche que no fueran dueños de sus tierras, sino que llegaron gringos extranjeros a apoderarse de su tierra. Venían grupos de gente, se instalaban y ahí comenzaban a formar sus límites. Decían “esto es mío y a los demás hay que botarlos”, relata el Lonko de Choque, don Juan Carilao.

En contraposición, a las familias mapuche se les entrega ‘Títulos de Merced’, en un proceso de radicación que significó que en la Provincia de Arauco -que posee una superficie de 542.010 hectáreas- se entregue en 77 Títulos de Merced a los mapuche 9.700 hectáreas, un 1,4% del total provincial, para 2.477 personas.

LA HACIENDA TRANAQUEPE Y LA FAMILIA EBENSPERGER
En el espacio territorial que desde antiguo ocupaban -como propio y como herencia de los antepasados- las familias mapuche aledañas al lago Lleu Lleu se formó tempranamente la Hacienda Tranaquepe, la que durante casi un siglo sería propiedad de la familia Ebensperger.
Sin embargo, los títulos originales se remontan a otro propietario, a Francisco Javier Ovalle Olivares, residente en la ciudad de Santiago, diputado por Freirina para el período de 1873 a 1876 y por Lebu para el período de 1876 a 1879, propietario de derechos también en la mina Santa Rita, en la mina San Francisco de San Felipe y en el establecimiento carbonífero de Lebu.
Será el diputado y empresario Ovalle quien realice un trabajo metódico y ordenado para hacerse de los predios, recorriendo cada uno de los vericuetos que le otorgaba la ley, inscribiendo luego los derechos que iba adquiriendo, dando forma de latifundio a un extenso territorio que se emplaza entre el lago Lleu Lleu y el Oceáno Pacífico, precisamente el territorio que conformaba el antiguo Lof mapuche del área.
Así, Francisco Javier Ovalle, el 22 de Julio de 1978 presenta ante la Notaría una escritura pública otorgada en Lebu en virtud de la cual

“es propietario de las acciones y derechos que les corresponde a los indígenas Ignacio Reuca, Mariñan Reuca, Cheuquel Panchilla, Francisco Metrin, Alejo Maniqueo, Benjamín Diaz, José Lepuman, Francisco Huilipan, Agustina Conchi, Juan Tranamil, Juan Millanao, Francisco Ancalao, Manuel Leviqueo, Pablo Nahuelqueo, Panchita Quinturray, Juanito Quintupí, Antonia Chepata i a Lorenza Caucao en el fundo Tranaquepe […] Obtuvo esta propiedad por habérsele adjudicado en parte de pago de una deuda que contenían los citados indígenas cuya suma asciende en intereses i cartas a la cantidad de siete mil ochocientos ochenta pesos ochenta i nueve centavos.”

En la presente escritura es necesario detenerse ya que constituye una estratagema idéntica al utilizado en todo el territorio mapuche, del cual existe una extensa literatura y que consiste en realizar préstamos en condiciones impagables para las condiciones mapuche -y sólo a un determinado grupo de mapuche- quienes habrían contratado con el particular poniendo como aval del pago sus acciones y derechos sobre el territorio comunitario.
Luego, y una vez que se hace efectivo el cobro, los particulares se hacen dueños de la totalidad del predio, no sólo de lo que correspondía a su supuestos deudores, pasando por encima de los derechos de los otros comuneros que no habrían solicitado préstamo alguno y con los cuales no existía ningún contrato o vinculación (Ello si asumimos que los préstamos fueron efectivamente realizados, a las personas que se señalan y en condiciones conocidas por los deudores).
Llama la atención -al menos- que el acto notarial se firme ante el Notario de Lebu, muy lejos entonces de Tranaquepe; y que en el acta notarial se cite personas cuyos apellidos no hay en la zona, también maniobra muy recurrida para hacerse de derechos territoriales mapuche, más aún si la cantidad de mapuche que a esa altura sabían leer y escribir era casi inexistente, lo que pone en duda la manifestación de voluntad libre e informada para contratar, incapacidad que había sido rescatada, al menos ‘en la letra’, por las legislaciones dictadas al efecto.

Al respecto, el propio Coronel Cornelio Saavedra da cuenta del desuso en que quedaban las leyes que se dictaban para precaverse del accionar de particulares y colonos,
“…pues la mala fe encuentra siempre expediente como burlarlas. Entre otros, los más comunes son: ejecuciones por supuestas deudas i por supuestos dueños de la propiedad que tratan de adquirir, daciones en pago, testamentos, reconocimiento de derechos hereditarios a favor de individuos extraños”, los mismos mecanismos que se utilizaron para dar forma a la Hacienda Tranaquepe.

Una vez concentrados los derechos mapuche sobre el extenso territorio en una persona, el paso siguiente no es otro que transferir ya no las ‘acciones y derechos’ sino la propiedad plena, el dominio, sin que hubiere adjudicación previa, sin que se respeten los derechos de aquellos que no se enajenaron de sus acciones, si es que algunos en realidad lo hicieron y no fueron objeto de maquinación fraudulenta de su voluntad, de una acción dolosa.
El hecho es que no hubo de transcurrir mucho tiempo, 5 años exactamente, para que las tierras que se adjudicó Ovalle, la futura ‘Hacienda Tranaquepe’, pase a dominio de la familia Ebensperger, quienes el 31 de Octubre de 1883 inscriben en la Notaría de Cañete la siguiente escritura:

“Los señores Santiago i Jorge G. Ebensperger son dueños por compra que hicieron a la sucesión de doña Josefa Olivares de Ovalle del fundo San Francisco compuesto de los potreros Pelohuenco, Chapo, Carralhue, Llahuenas i Tranaquepe, situado en la subdelegación de Quidico de este departamento. Los límites del potrero Tranaquepe son los siguientes: al Sur con terrenos de Huinca Quintriqueo i otro, separado por la laguna Tranaquepe, estero del mismo nombre hasta su desembocadura en el mar i la quebrada denominada Mollancollan, quedando al lado norte el bosquete en que trabajaba el finado Felipe Reuca i una línea que partiendo de la quebrada se encontrarse en terrenos del indígena Pichuman; al Oriente con terrenos del mismo Pichuman divididos por quebradas; al norte en propiedad de don F. Ovalle Olivares i la quebrada Rucaquilhue, el pajonal de Mulucuicui i de aquí línea recta al mar, pasando como dos cuadras al sur de la casa de Aravena i al Oeste el mar. […] La sucesión vendedora se obliga a la evicción i saneamiento i también a la expulsión de los indígenas que poseen el fundo..”



Ya no se habla de potreros, sino de una totalidad, el fundo San Francisco, antecedente directo de la Hacienda Tranaquepe. Interesante es también en la misma escritura se reconozca la presencia de indígenas, y no solo eso, que los vendedores se obligan “a la expulsión de los indígenas que poseen el fundo”.


Es decir, hasta el momento de la transferencia la Hacienda Tranaquepe se encontraba efectivamente ocupada por las familias mapuche. Los conflictos comenzarán precisamente en el momento en que la familia Ebensperger decida desalojar a sus ancestrales habitantes y ocupar materialmente el predio.
CARTA DE COLONIZACION, 1921-1923. Los terrenos adjudicados a los
Ebensperger se extienden desde la cordillera al mar, mientras las familias
mapuche son arrinconadas entre la montaña y el lago Lleu Lleu.
Para llevar a cabo lo anterior la familia Ebensperger debía recurrir a sus vinculaciones con los poderes locales, por ello es importante saber: ¿Quiénes formaban la familia Ebensperger?, ¿Cuál es su origen?, ¿Cómo llegan a la zona?
La familia Ebensperger tiene su origen en Johan Jacob Ebensperger, jabonero alemán originario de la ciudad de Ditzingen, quien llega ‘enganchado’ como colono por el Estado chileno al puerto de Corral el 5 de octubre de 1852, en el barco hamburgués Alfred, junto a su esposa Rosita Reinert y sus 6 hijos. Entre sus hijos viene Jorge Carlos Ebensperger Reinert, a la sazón con sólo 5 años de edad y luego promisorio agricultor y comerciante en Lebu, y de quien y de su matrimonio con Guillermina Richter descienden sus hijos Jorge Carlos, propietario de los fundos Boldal y San Juan en Talcahuano y diputado por Arauco y Cañete; Theodor; Emilio Karl, Arnoldo y Arturo. Este último, Arturo Ebensperger Richter, fue propietario de los predios Antilhue en Lebu y de la Hacienda Tranaquepe en Quidico, además de ser Alcalde de Quidico, Alcalde de Lebu, Gobernador de Lebu e Intendente de Arauco.

Del párrafo anterior se infiere fácilmente que las familias mapuche se enfrentaban a una familia muy poderosa, que contaba con una extensa red de vinculaciones políticas y sociales, las necesarias para llevar a cabo el desalojo de las familias mapuche.
En este contexto se entienden en su real magnitud las palabras del Lonko de Choque Juan Carilao, quien plantea que los dueños de la Hacienda Tranaquepe:
“Implantaban sus propias leyes, llegaban amparados por el Estado, en ese tiempo nadie tenía derecho ni a decir ni pio. Como ellos tenían su Gobierno, su Parlamento. Entonces ellos hacían lo que querían prácticamente, el Mapuche no tenía ni arte ni parte.”

DE LA RADICACION/REDUCCION DE LAS FAMILIAS MAPUCHE Y LA REFORMA AGRARIA A LA SITUACION ACTUAL
Como se señaló precedentemente, las tierras antiguas de las familias del Lleu Lleu fueron adquiridas tempranamente por Francisco J. Ovalle, y luego transferidas a la familia Ebensperger. ¿Qué sucedió entonces con las familias mapuche? Una vez que los Ebensperger han consolidado su dominio sobre la Hacienda Tranaquepe, son desalojadas y encerradas entre la montaña y el lago, en las peores tierras y en superficies ínfimas.
En la práctica, el Estado chileno, en el año 1904 y a través de la Comisión Radicadora de Indígenas entrega a los mapuche de la cuenca del LLeu LLeu los Títulos de Merced N° 936, a nombre de Esteban Yevilao, en Choque, por 400 hectáreas para 68 personas; N°935, Lorenzo Pilquiman, en 250 hectáreas para 48 personas; N° 957, Lorenzo Lepin Millahual, en 257 hectáreas, en Ranquilhe, para 46 personas; N°914, Juan Lincopan, en Ranquilhue Grande, en 420 hectáreas para 104 personas; y N°922, a nombre de José Maria Calvul, El Malo, con 310 hectáreas para 48 personas.

Según del Lonko Juan Carilao,
“…se va a hacer Título de Merced después cuando ellos se apoderaron de los fundos, cuando vieron que ya no había más, entonces dijeron le entregamos esas tierras a los mapuche para que hagan los que quieran. Ellos sabían que con la propiedad privada uno puede hacer lo que quiera, porque si tengo un par de zapatos lo puedo vender cuando quiera, si tengo un pollo también lo vendo porque es mío. Entonces dijeron ‘le entregamos esto’ para que los mapuche se vayan fácilmente sin perjuicios, y así fue. Entonces disimuladamente se metió, nuevamente el otro particular, de a poquito. Y así fuimos perdiendo de poco a poco las tierras”.

Luego, a partir del año 1931 acudimos al proceso de división al interior de los Títulos de Merced, y con él ingresamos a otro momento en la pérdida territorial mapuche: ya perdidas las tierras antiguas, la pérdida territorial se da ahora al interior de los Títulos de Merced, y es representada por la familia Jorquera, familia con la que se tiene conflictos hasta la actualidad, y que en el año 1934 se hicieron de las hijuelas 1, 2 y 3 del Título de Merced de Esteban Yevilao, Choque, hijuelas que les fueron reconocidas en dominio por el Juzgado de Indios, y que han continuado creciendo a expensas de sus vecinos.

Sin embargo, las familias mapuches no han cejado en sus intentos por recuperar su espacio territorial.
Un momento crucial se produjo durante el proceso de Reforma Agraria, entre 1968 y 1973, momento en que muchas familias mapuche volvieron a ocupar y trabajar las tierras usurpadas. Sin embargo, en el caso de la Hacienda Tranaquepe -no obstante que fue expropiada y participó del proceso de Reforma Agraria- en parte importante se privilegió el trabajo con los inquilinos del fundo, dejando fuera a las familias mapuche, que lo demandaban desde antiguo pero que en el proceso de colonización/radicación/reducción quedaron fuera de sus dominios, vecinos directos pero fuera del predio.

Así, para las familias mapuche significó una tercera etapa de pérdida territorial, y más grave aún porque con el avenimiento del Golpe de Estado se reafirmó una nueva propiedad no mapuche, la de los parceleros CORA, unido además al doloroso y extendido proceso de persecución, tortura y muerte durante la Contra Reforma Agraria, después del Golpe Militar.

Efectivamente, si bien los mapuche de Lleu Lleu no fueron favorecidos por el proceso de Reforma Agraria, sino los inquilinos del predio, con el Golpe Militar de 1973 se presenta a los particulares y a los organismos del Estado una oportunidad para ejercer una brutal represión, en la que en el caso de los mapuche del Lleu Lleu se conjugaron varios aspectos.
El primero tiene que ver, una vez más, con las vinculaciones familiares, ya que Eliana Ebensperger Proessel, hija de Arturo Ebensperger Richter, se casó con el Comandante en Jefe del Ejército (1977-1980) teniente General Carlos Forestier Haensgen, hombre de confianza del General Augusto Pinochet, Ministro, Intendente de la Provincia de Tarapacá, Comandante de la Sexta División del Ejército con asiento en Iquique y Jefe de Zona en Estado de Emergencia designado por la Junta Militar, y en dicho carácter fue sometido a proceso como autor intelectual del homicidio calificado de ocho personas en Pisagua, tras el 11 de septiembre de 1973, como también por el cargo de secuestro calificado de 10 prisioneros políticos en dicho centro de detención del ejército.

De la mano con lo anterior, especialmente grave es lo que sucede en las hijuelas de Santos Jorquera, en el antiguo territorio del Título de Merced de la comunidad de Choque, el que fue ocupado como centro de detención y tortura en la dictadura, y de cuya acción la prensa local señala que:
“…entre los detenidos, desaparecidos y caídos que pasaron por ese centro de detención […] se encuentran: Lorenzo Carilao Tranamil, Octavio Carinao Huichalao, Manuel Carilao Paineo, Juan Jarpa Silva, Elises Flores Gonzalez, José Pilquiman Yevilao, Juan Pilquiman Yevilao, Domingo Millahual Millapi, Segundo Rivera Huenupil, Juan Carilao Paineo, Miguel Ñehuei Carilao, Osvaldo Millahual Nariñan, Leopoldo Millahual Cona. Agregaron que poco se ha escrito sobre la represión “hacia los hermanos mapuche en el lago Lleu - Lleu durante los días del golpe y los años posteriores a éste. Entre los lugares de detención y tortura se cuentan una escuela y el recinto particular de José Santos Jorquera, […] quien delató a una treintena de mapuches que abrazaban la causa popular, encontrándose entre ellos dirigentes emblemáticos como Lorenzo Carilao Tranamil”.

En la memoria colectiva quedó marcado el ingreso de militares a sus comunidades, y como no iba a ser así si la familia Ebenperger estaba emparentada con las máximas autoridades del Ejército. Se recuerda las largas sesiones de tortura a los dirigentes y comuneros mapuche, a quienes “los metían al agua hasta que no pudieran respirar”, como es el caso de, entre otros, Lorenzo Carilao Tranamil.

A esta altura de la historia, el Lov de LLeu LLeu, el territorio antiguo, se comienza a llenar de pinos y eucaliptus, habían ingresado las empresas forestales, se estaba desecando y erosionando el territorio, se estaban contaminando sus aguas.

A partir de la década de 1980 comienza un nuevo proceso de movilizaciones tendientes a recuperar el territorio antiguo de las familias mapuche de Lleu Lleu, ahora las Reservas que quedaron a la familia Ebensperger en la antigua Hacienda Tranaquepe, y que pasaron a formar parte del patrimonio de las empresas forestales, son ocupadas en reiteradas ocasiones por las familias mapuche. Don Juan Carilao recuerda que
“Cuando llego el pinochetismo, aquí conversamos nuevamente, y dijimos vamos a seguir luchando por las reservas que quedaron. Porque estos ricos se quedaron con reservas, los Ebensperger, El mismo fundo Tranaquepe que ahora es de Volterra. Ellos después le vendieron a Forestal Volterra para no entregársela a los Mapuche, eso parece que fue 1986 en adelante. En primer lugar se llevó a toda la gente que estaba organizado, se llevó a la recuperación pero todos conscientes. Porque si alguien caía preso, caía era por derecho propio, nadie iba por ruanda ni nada. ¡Y se fue a la recuperación! Harta gente, cerca de 500 personas, estuvimos tres días. Se hizo nguillatun, rokin. Y taba todo bien poh, y cuando ven que los Mapuche se estaban afirmando llega las Fuerzas Armadas. Milicos, pacos, con aviones con helicópteros, camiones…movieron un ejército casi entero para desalojar a la gente. Con bombas lacrimógenas, palos, agarrones.”

No era para menos, conociendo las vinculaciones políticas y militares de la familia Ebensperger, a la que a esta altura se sumaría además la presencia en la familia del yerno del General Forestier y de Eliana Ebensperger, el futuro Comandante en Jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre, casado con Isabel Forestier Ebensperger:
“…llenaron el fundo de milicos, se vino el regimiento completo ahí, el regimiento Chacabuco, ahí se nos presionó también cuando se salía al camino, en cualquier momento llegaba el regimiento a las casas y abría las puertas y se metía a cualquier hora, y esos eran los boinas negras, que andaban en tanques y llegaban a las casas. Eso fue después del 86, fue dura la cosa, mas represión”, relata doña Berta Pilquiman Huenullan.

Con el término del régimen militar y el ingreso a la década de los 90, las movilizaciones continuaron y las demandas territoriales se han mantenido intactas con el tiempo: las ‘tierras antiguas’. Con la Hacienda Tranaquepe ya parcelada la demanda se dirige a partes de ella, pero que vienen del mismo origen: los fundos “El Canelo”, “Puntilla de Tranaquepe”, “La Huella”, colindantes con el Titulo de Merced original, corresponden a reivindicación de tierras ancestrales del lof original y que hoy están en manos de Forestal Volterra y Forestal Mininco, ya no de los Ebensperger. A esa demanda se suma, a partir de la década de 1940, las tierras ocupadas por particulares al interior del Título de Merced, específicamente las hijuelas ocupadas por Ballochi y por Santos Jorquera.

A modo de conclusión, podemos señalar que la actual situación territorial y judicial de las familias de Choque es continuidad con un pasado no tan lejano, y que se ha caracterizado por la vinculación entre poderosos particulares, en un momento, y empresas forestales, actualmente, con el Estado chileno y sus organismos, siempre.

Fuente: Wichan Info al dia
____________________________________________

RECUPERAR NUESTRAS TIERRAS NO ES DELINCUENCIA RESISTENCIA Y AUTODEFENSA NO ES TERRORISMO
"En tanto, que para los presos políticos mapuche, imputados en este Juicio, se trata de un proceso de recuperación de tierras y reivindicaciones históricas del Pueblo Nación Mapuche, en el cual se desarrollaron ejercicios básicos y necesarios de auto defensa en el marco de la resistencia de las comunidades mapuche, en resguardo de sus derechos fundamentales"

RECUPERACIÓN TERRITORIAL: La comunidad mapuche We Lof de El Pantano reportó que ingresaron al fundo Santa Clara 2, de Forestal Masisa.


WEICHAN

Mapuche del sector Pantano en Traiguén inician proceso de recuperación territorial
La comunidad mapuche We Lof de El Pantano informó que ingresaron al fundo Santa Clara 2, de Forestal Masisa, con el objetivo de iniciar un proceso de recuperación territorial.
Según expresó la comunidad compuesta por 50 personas, en su mayoría matrimonios jóvenes, “la determinación es por la necesidad de mejorar nuestra situación, ya que en su mayoría nuestros miembros viven allegados a la propiedad de sus padres que han sido beneficiados anteriormente, sin embargo, esto no ha sido suficiente por la constitución de nuevas familias”.
Por tanto, “desde el día 28 de mayo del presente año hemos decidido ingresar al predio fundo Santa Clara 2, propiedad de Forestal Masisa del sector El Pantano”, indicaron.
Los mapuche agregaron que su decisión es continuar hasta el final y lograr la recuperación de las tierras en cuestión.


________________________________________________________
Martes 29 de Mayo de 2012
Comunicado público 
comunidad We Lof del Sector Pantano

A la opinión pública nacional e internacional, a las comunidades mapuche y a las autoridades competentes, señalamos lo siguiente.

1- Nuestra comunidad constituida por 50 personas, (en su mayoría jóvenes matrimonio allegados) hemos tomado la determinación de iniciar el proceso de recuperación territorial, haciendo uso de nuestro derecho a la misma como miembro del pueblo mapuche.

2- Desde el día 28 de mayo del presente año hemos decidido ingresar al predio fundo Santa Clara 2, propiedad de Forestal Masisa del sector El Pantano.

3- La determinación es por la necesidad de mejorar nuestra situación, ya que en su mayoría nuestros miembros viven allegados a la propiedad de sus padres que han sido beneficiados anteriormente, sin embargo, esto no ha sido suficiente por la constitución de nuevas familias.

4- Señalamos que nuestra decisión es continuar hasta el final con la recuperación de nuestro espacio y el uso definitivo para mejorar nuestra situación como comunidad y la reconstrucción de nuestro pueblo-nación mapuche, ya sea económica y social.

5- Llamamos al acompañamiento de nuestros peñi y lamgen de las comunidades vecinas y quienes se encuentran en proceso de recuperación de tierra, para así fortalecer nuestras demandas.

Wallmapu/Territorio Mapuche


Comunidad Mapuche We Lof de El Pantano


29 de mayo de 2012



Fuente: Pais Mapuche

________________________________________________________